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Mal de muchos...

"...consuelo de tontos", reza el adagio popular. Aunque en ocasiones ver que otros sobrevivieron una experiencia igual o peor que la nuestra nos puede llegar a inspirar, no es muy sabio consolar a una madre que perdió a su hijo, por ejemplo, diciéndole que otra mujer perdió también a sus nietos. Abusar de los casos de resiliencia, lejos de inspirar estoicismo o fuerza vital en nosotros, suele ser contraproducente: Fulano se resignará a su lavadora vieja porque en La India lavan en un río, Mengano se quedará con su moto asmática porque en Santander los niños van a pie a estudiar, Polombia votará por la política de siempre porque hay miseria en Venezuela. El hermano país se ha convertido en el "Coco" de América. Gobiernos fatídicos de norte a sur se prenden de ese cabello grasoso cuando ven tambalear su popularidad. Durante sus últimos días en el poder, Trump acudió al comodín del "castrochavism" que, con todo y la magia particular de la fonética gringa, seg

QUÍTENME LA ALEGRÍA

  En el día del bien goza del bien; y en el día de la adversidad considera … Ec. 7:14   No estar alegre es horrible ¿A qué clase de monstruo no le gusta reír? La sonrisa es bella, luminosa, agradable. Abre las puertas en entrevistas, relaciones y comercios de todo tipo. Esa curva particular de los labios, como queriendo alcanzar las orejas, es la marca de todo lo bueno y bello que tiene la vida, exceptuando, claro está, sonrisas como la de Phoenix interpretando al némesis de Batman o la de Jack Nicholson diciendo: “Here’s Johnny”. A propósito de sonrisas perturbadoras, varias voces afirman que en Colombia hay razones de sobra para reír. Por supuesto es un motivo de alegría que algunos ya estén superando el fantasma del coronavirus, es satisfactorio ver que muchos lograron el milagro nacional del último par de años: sostener a sus familias sufriendo la presencia de la nueva virosis y la ausencia de todos los viejos gobiernos. Sin embargo, una sombra horrorosa se asoma en m

Linda para la foto

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  Disculpas anticipadas por sobreanalizar un meme, pero no puedo evitarlo; esa fiesta de cumpleaños es más colombiana que el ajiaco. Vamos por partes en la autopsia: 1. Una niña llora porque alguien le arrebató su derecho de cumpleaños: soplar una vela. Cuestionable mechoneada, pero entendible reacción. 2. Otra niña se alegra porque se salió con la suya y siguió regia para la foto ¿A quién habrá copiado la sonrisa del mal? 3. Una mano adulta (¿madre?), después de la mechoneada, ayuda a la divaza a peinarse... para la foto. Reclamar derechos suele verse feo. A pocos les gusta escuchar quejas y preferirían un mundo sin denuncias. No salen bien los llantos en una imagen pero, lo que sí se ve lindo es una niña peinada, pequeñita, tierna y serena. En ese orden de ideas, la mano adulta de la escena, única autoridad visible en el video se preocupa realmente por lo que urge: que la diva siga diva frente a las cámaras. No hay tiempo para llorar, sufrir o denunciar. Las mingas son horrorosas, lo

Coma callado

  "Tenga tajada y coma callado", es el principio sacrosanto de la corrupción. Lo recordé ayer cuando, en un arranque de morbo farandulero, escuché el video de la revista Semana donde la señora Dávila intenta defenderse. Esto trajo a mi memoria una situación parecida en CNN: un sujeto olvidable intentó entrevistar a Rafael Correa y, al igual que la Vicky, le preguntó por qué aceptó entrevista a un medio que critica. En otras palabras, a Petro y a Correa les preguntaron por qué no "comían callados". Al no tener un lenguaje desarrollado, los bebés suelen informar que tienen hambre a través de sus muy tiernos alaridos. Algo similar ocurre con la cantaleta de un marido o la inquietud de nuestras mascotas. En todos estos casos es posible darles algo para que se calmen, al menos por un momento. Una versión perversa de lo anterior ocurre en el imaginario de muchos cuando se asume ("porque ajá") que los beneficiados de algo/alguien están inhabilitados para cuestion

Los trumpuribistas cristianos

Por: Eli Elijah Hace unos días me enteré que el presidente de USA tiene una asesora espiritual llamada Paula White-Cain. Siendo un poco atrevidos con el idioma, podríamos decir que el apellido en español sonaría como “Caín-Blanco”: una especie de oxímoron cargado con interesantes asociaciones reveladoras, en gran medida, de esa relación tóxicamente íntima entre cristianismo y política. Cuando Trump se enteró de la existencia del uribismo en Colombia se vio motivado a consultar sobre el éxito de dicho movimiento. Un credo cuyas cabezas visibles oscilan entre cuestionamientos por corrupción e infortunado uso de los medios masivos ha sido capaz de conquistar un cuasimonopolio estatal e, incluso, poner un presidente cuyo mérito más grande fue haber tenido el beneplácito de Álvaro Uribe Vélez. Donald quedó fascinado. Una de las estrategias comunes entre el uribismo y el trumpismo es la instrumentalización de la fe cristiana. Los estadounidenses y los colombianos, al parecer, son bas

Duque y la ciencia ficción

Duque afirmó hace algún tiempo que es "muy malo para ver ciencia ficción". Después de escuchar su última intervención en la ONU, debo decir que no le creo ni pío. El presidente de la sociedad democrática conocida como Colombia (a propósito del género) es un creador incipiente, pero prometedor de la narrativa Sci-Fi. Según lo veo, se ha decantado por las utopías.  Breve repaso: recordemos que la ciencia ficción, palabras más, palabras menos, trata de mundos posibles ambientados en un futuro usualmente muy lejano o algún otro tiempo -presente o pasado- donde la evolución de las cosas fue distinta a la que conocemos y resultó en un universo o mundo radicalmente distinto al nuestro. Todo esto con base en teorías científicas o sociales de la actualidad. Asimov, por ejemplo, nos convierte en entidades extracorpóreas millones de años en el futuro; Bradbury nos despierta en un mundo pos-apocalíptico de barbarie y miseria, Carlos Holmes hace algo parecido en las calles bogotanas y Duq

El corazón del masoquista

El país es casi una esposa masoquista y es difícil en cuál de los dos casos existe más esperanza. Las víctimas suelen ser pisoteadas y nos desconcierta ver cómo continúan, a pesar de todo, con su venenosa relación ¿Qué pasa por la cabeza de un cónyuge maltratado o de un colombiano que defiende la gestión de Duque, Holmes u otro cínico profesional? Ayer mi esposa me ayudó a descubrirlo. Anoche tuvimos noche de series en el matrimonio Rendón-Molina. Es un intercambio humanitario en el que nos demostramos lo mucho que nos queremos evidenciando lo dispuestos que estamos a sufrir con los gustos televisivos del otro. Sin embargo, en medio de uno de sus amados doramas, encontré un diálogo bastante revelador.  Dos detectives descubrieron que un hombre estaba envenenando poco a poco a su esposa. Cambiaba sus vitaminas por pastillas que deterioraban su mente. No obstante, algunas pistas hacían pensar que la víctima sabía, de alguna manera, que su esposo le daba los fármacos equivocados. "¿T